Crucero privado por Córcega y Cerdeña: La Costa Esmeralda

Bañado por algunas de las aguas más azules y cristalinas del Mediterráneo, la Costa Esmeralda es un refugio de belleza casi surreal. Ubicado en el estrecho de Bonifacio, entre las islas de Córcega y Cerdeña, La Maddalena ofrece un paisaje donde las calas vírgenes de arena blanca, se mezclan con rocas de granito de formas imposibles esculpidas por el viento y un mar turquesa que parece pintado a mano.

En Córcega y Cerdeña paisajes de postal, historia, cultura, exclusividad y gastronomía combinan a la perfección creando una mezcla hipnótica que deja sin aliento a quien las visita. Pasea por los estrechos callejones de Bonifacio, donde las casas parecen desafiar la gravedad en sus acantilados, nada en las aguas turquesas de La Maddalena o codéate con la jet set en Porto Cervo para vivir el lujo de la Costa Esmeralda.

Un crucero privado en yate o catamaran por Córcega y Cerdeña es una experiencia transformadora, diseñada para que cada momento sea inolvidable y cada parada una postal digna de revista. Porque en este rincón del Mediterráneo, los días no se miden por el reloj, sino por la intensidad de los recuerdos.

Nota: Los puntos indican los lugares aproximados donde el barco fondea para pasar la noche.

Este es un itinerario de ejemplo para inspirarte a la hora de organizar tu crucero en barco privado por Córcega y Cerdeña. El itinerario no es fijo. Podrás acordar el itinerario definitivo con el capitán del barco, siempre teniendo en cuenta las condiciones climatológicas.

A pocas millas de la famosa Costa Esmeralda, emerge del mar un coloso de granito que deja sin aliento: la isla de Tavolara. Con una altura de 560 metros, esta montaña abrupta parece desafiar la gravedad con sus acantilados verticales que caen directamente al mar. Tavolara es un refugio de belleza salvaje y virgen, una joya natural que ha permanecido al margen del turismo masivo, atrayendo a quienes buscan tranquilidad y una experiencia auténtica en Cerdeña.

La isla forma parte del Área Marina Protegida de Tavolara y Capo Coda Cavallo, un verdadero santuario para la biodiversidad. Bajo sus aguas cristalinas, los arrecifes coralinos y los espectaculares fondos marinos ofrecen un paraíso para los amantes del buceo y el snorkel. En la superficie, senderos escarpados conducen a vistas panorámicas donde el horizonte se confunde con el cielo.

El Parque Nacional del Archipiélago de La Maddalena está formado por un conjunto de 63 islas e islotes, entre las que destacan la isla de la Maddalena, Caprera, Spargi, Budelli, Razzoli y Santa María. La mayoría de las islas, a excepción de La Maddalena y Caprera, están deshabitadas, así que la única forma de visitar sus espectaculares calas, es en barco.

Hay quien dice que el archipiélago de La Maddalena es la joya de Cerdeña y su Costa Esmeralda. Un tesoro de belleza natural de valor incalculable. Rocas de granito bailan sobre las playas vírgenes de arena blanca y el mar es de un turquesa digno de postal de revista. Sin duda, una parada obligatorio en nuestro viaje en barco por Córcega y Cerdeña.

En el corazón del archipiélago que lleva su nombre, la isla de La Maddalena combina naturaleza, historia y un ambiente marinero que seduce a todo el que la visita. Esta pequeña y pintoresca villa, es un antiguo pueblo de pescadores con mucha historia que contar. Garibaldi, el almirante Nelson o el mismísimo Napoleón dejaron huella en este pueblo orgulloso de haber resistido a la invasión francesa.

Además de amarre para el barco, las calles del casco antiguo de la villa os brindarán todo tipo de restaurantes donde degustar la famosa cocina italiana, mientras comentáis con vuestros amigos o familia, la increíble experiencia que están siendo las vacaciones en barco por Córcega y Cerdeña.

Dominando los acantilados blancos de Córcega, Bonifacio se alza como un imponente guardián frente al mar. Este puerto natural, custodiado por su fortaleza genovesa, ofrece un espectáculo inolvidable desde el momento en que te aproximas por mar. Sus casas, al borde del precipicio, parecen desafiar la gravedad, mientras sus estrechas calles empedradas cuentan antiguas historias de corsarios.

El casco antiguo, conocido como Ville Haute, es un laberinto medieval lleno de vida. Aquí, podrás explorar tiendas de artesanía, degustar embutidos corsos o simplemente perderte en sus rincones llenos de encanto. En la marina, las terrazas y cafés te invitan a disfrutar del ambiente relajado mientras el puerto se llena de color con barcos deportivos y pesqueros.

Ubicadas en el Estrecho de Bonifacio, las Islas Lavezzi y Cavallo son auténticas joyas naturales donde el tiempo parece haberse detenido. Lavezzi, un conjunto de islas deshabitadas convertidas en reserva natural, fascina con sus aguas cristalinas y playas de arena blanca. Entre senderos de granito y vegetación autóctona, calas como Cala di l’Achiarinu o Cala di Chiesa invitan a desconectar del mundo.

A solo un paso, la exclusiva isla de Cavallo, conocida como "La Isla de los Millonarios", combina lujo y serenidad. Aquí, el Hotel des Pecheurs ofrece una experiencia gastronómica insuperable, perfecta tras un día explorando este enclave de aguas cristalinas. Tanto si buscas bucear en fondos llenos de vida, como si prefieres perderte en playas solitarias, este rincón entre Córcega y Cerdeña regala a quien lo visita una conexión única con la naturaleza.

La isla de Spargi es posiblemente el secreto mejor guardado del archipiélago de La Maddalena. Deshabitada y agreste, esta isla de naturaleza granítica es un refugio para los amantes de la tranquilidad. Playas como Cala Corsara o Cala Soraya, son un espectáculo de arena blanca y aguas turquesas, rodeadas de arbustos fragantes de lentisco y pistacho.

Muy cerca, las islas Budelli, Santa María y Razzoli completan este paraíso mediterráneo, con calas de aguas cristalinas que rivalizan con el Caribe. Estas islas deshabitadas, con senderos que serpentean entre playas secretas y esculturas naturales de granito, son perfectas para quienes buscan una conexión auténtica con la naturaleza. Sin duda, el verdadero lujo de Cerdeña y su Costa Esmeralda.

Porto Cervo, el corazón palpitante de la Costa Esmeralda, es sinónimo de exclusividad. Este refugio de la jet set internacional combina elegancia y belleza natural como ningún otro lugar en el Mediterráneo.

Pasea por su icónica Piazzetta, rodeada de boutiques de alta costura y joyerías, y déjate seducir por el encanto de su puerto, hogar de imponentes yates de lujo.

Cuando el sol se pone, Porto Cervo revela su lado más vibrante. Desde cenas inolvidables en restaurantes de renombre, hasta noches que se prolongan en clubes legendarios donde el glamour no descansa.

En el corazón de la Costa Esmeralda, Cala di Volpe se alza como un refugio de elegancia y serenidad. Rodeada por tranquilas aguas turquesas y playas de arena blanca, esta bahía es el lugar ideal para fondear y desconectar del bullicio.

El legendario Hotel Cala di Volpe, ícono de la exclusividad, invita a disfrutar de un cóctel en su terraza con vistas al mar, impregnada de una atmósfera mágica. Su propuesta gastronómica redefine el fine dining con sabores que evocan la esencia del Mediterráneo. Cala di Volpe no es solo un destino, es una experiencia que combina lujo, paz y la belleza incomparable de la Costa Esmeralda.

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Duración:	1 semana (8 días / 7 noches).
Embarque:	Portisco / Cannigione
Desembarque:	Portisco / Cannigione
Aeropuerto más cercano:	Aeropuerto Internacional de Olbia
Cómo llegar a la marina:	El aeropuerto de Olbia se encuentra a unos 20km de la Marina de Portisco, aproximadamente unos 25 min en coche. Servicio de traslado privado, taxi o autobus.
Mejor época para hacer un crucero privado por Córcega y Cerdeña:	De mayo a octubre.
Clima en Costa Esmeralda:	Al igual que en otras zonas del Mediterráneo, el clima de Cerdeña es cálido y soleado, con inviernos suaves y veranos ligeramente calurosos. El viento predominante es el Mistral (noroeste) que sopla con intensidad en las famosas Bocas de Bonifacio, estrecho que separa Córcega de Cerdeña. La temporada para navegar por la Costa Esmeralda va de mayo a octubre, siendo junio y septiembre los mejores meses, ya que el clima es bondadoso y las playas están menos concurridas. Las temperaturas medias en junio y septiembre oscilan entre los 18ºC - 22ºC de media y los 25ºC - 30ºC en julio y agosto, pudiendo alcanzar en ocasiones hasta los 38ºC. La temperatura del agua oscila entre los 17ºC y los 25ºC.

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1. Playas vírgenes de ensueño

   Desde las aguas turquesas de las Islas Lavezzi hasta las arenas blancas de Cala Corsara. La Costa Esmeralda alberga un sinfín de playas aisladas, muchas de ellas solo accesibles por mar.

2. Pueblos de postal

   Descubre la magia de Bonifacio, con su ciudadela medieval suspendida sobre acantilados, o La Maddalena, un pintoresco pueblo marinero repleto de coloridas calles llenas de historia.

3. Gastronomía mediterránea de primera clase

   Desde tabernas locales a los restaurantes más sofisticados. Saborea la esencia del Mediterráneo con mariscos frescos, pasta casera y vinos locales. La gastronomía italiana es una una fiesta para el paladar.

4. El glamour y vida nocturna de Porto Cervo

   Disfruta de cenas exquisitas en los restaurantes más exclusivos, recorre boutiques de lujo y vive la noche en clubes donde la fiesta y el glamour nunca descansan.

5. Naturaleza en estado puro

   Córcega y Cerdeña son sinónimo de reservas naturales protegidas, donde la biodiversidad marina y terrestre se mantiene intacta, perfecta para los amantes del snorkel, el buceo y el senderismo.

6. La laguna azul de Budelli

   Este rincón único del archipiélago de La Maddalena es un paraíso de aguas turquesas. Nadar en sus aguas de mil azules será un recuerdo que te acompañará de por vida.

7. Huellas del pasado en cada escala

   Desde la ciudadela medieval de Bonifacio hasta los vestigios genoveses en Córcega, cada parada cuenta historias fascinantes de corsarios, conquistadores y tradiciones milenarias.

8. Navega saltando de isla en isla

   Navegar en yate privado por Córcega y Cerdeña te permite disfrutar de la Costa Esmeralda con total privacidad, lejos de las multitudes, mientras exploras uno de los destinos más exclusivos del Mediterráneo.

9. Puestas de sol inolvidables

   Contemplar el atardecer en la Costa Esmeralda desde la cubierta de tu barco será una experiencia que llenará tu alma.

10. Aventura a medida

    Un crucero privado por Córcega y Cerdeña te permite personalizar tu itinerario, ya sea que busques explorar calas escondidas, practicar deportes acuáticos o relajarte bajo el sol.